¿Sabías que la respiración de tu gato puede avisarte si algo no va bien? Así es, existen ciertas señales respiratorias que pueden alertarte si tu gato tiene algún problema.
La alteración en la frecuencia respiratoria (aumento o disminución) es un indicador de algún tipo de problema, que puede tener su origen en el sistema respiratorio o también puede tratarse de enfermedades que afectan otros órganos y que generan problemas respiratorios en forma secundaria, como las enfermedades del corazón.
Por eso, puede ser que alguna vez necesitemos controlar la respiración de nuestro michu. Por ejemplo, para un gato con una cardiopatía, el control en casa de la frecuencia respiratoria en reposo constituye una gran herramienta. Con solo contar las respiraciones por minuto se podría identificar algún problema de forma temprana.
¿Cuál es la frecuencia respiratoria normal en los gatos?
La frecuencia respiratoria normal en gatos durante el sueño es de 20 a 30-35 respiraciones por minuto (rpm). Si la frecuencia es superior, contactate con un veterinario.
¿Cómo calculás la frecuencia respiratoria de tu gato?
El gato debe estar dormido, pero no soñando (en un lugar a temperatura ambiente normal).
Durante el lapso de 1 minuto, contá las veces que el tórax se hincha y se deshincha. (Tené en cuenta que cada inhalación y exhalación cuentan como una sola respiración).
Anotá cada resultado en un papel para contar con un registro.
También existen varias aplicaciones para celulares que te permiten hacer el cálculo. Yo estuve usando una app que se llama “Pet Breath Counter” y, si bien es muy simple, es práctica para hacer el conteo: solo tenés que “tapear” cada vez que, por ejemplo, la pancita baja al exhalar. Al cabo de un minuto (o el tiempo que tengas configurado) el conteo se detiene y te muestra la cantidad de respiraciones que hubo en ese tiempo.
¿Por qué la frecuencia respiratoria normal puede verse alterada?
Muchos problemas de salud en los gatos producen disnea (sensación de falta de aire o dificultad para respirar), como las neoplasias (masas anormales de tejido), traumatismos, infecciones (como la toxoplasmosis o el PIF) y enfermedades cardíacas. El veterinario tendrá que investigar cuál es la causa para poder tratar el problema de base.
Las enfermedades pulmonares pueden ser restrictivas u obstructivas. Cuando son restrictivas, los pulmones no pueden expandirse por completo debido a un daño en el tejido pulmonar (por ejemplo, en la neumonía, neoplasias o neumotórax). La respiración es corta y rápida. Cuando son obstructivas, existe un estrechamiento en las vías aéreas (por ejemplo, en el asma felino). La respiración es más lenta y profunda.
¿A qué signos deberías prestarle atención?
Algunos signos a tener en cuenta son la presencia de tos, sibilancias (sonido agudo al respirar), posición ortopneica (el gatito estira el cuello y separa los codos para respirar mejor) y cianosis (coloración azulada de la piel o de las mucosas).
Si llegaras a notar que el michu respira con la boca abierta, tenés que llevarlo al veterinario cuanto antes, ya que, a diferencia de los perros, los gatos no jadean ni respiran con la boca abierta en condiciones normales.
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