El dolor es un mecanismo de protección que tiene el organismo para avisar que en alguna parte del cuerpo hay algo que no anda bien.
En los animales, el dolor no siempre es fácil de reconocer, y en el gato es especialmente difícil, ya que es un experto en ocultar los signos de dolor.
En el pasado, el gato no podía demostrar debilidad, porque eso lo expondría ante sus depredadores. Y esta característica aún la sigue manteniendo. Como tutores de un gato, es probable que no nos demos cuenta de que existe algún problema si no sabemos qué debemos observar.
Sin embargo, existen algunas señales que podemos detectar para poder ayudar a nuestro gatito. El conocimiento sobre la evaluación del dolor en los felinos ha mejorado enormemente en los últimos años. Y, si bien todavía falta profundizar mucho más, los tutores hoy tenemos información valiosa para reconocer de manera sencilla cuándo le duele algo a nuestro michu.
Detectando dolor mirando su cara
En 2019 se publicó la Feline Grimace Scale (Escala de Mueca Felina), una herramienta validada y confiable que permite detectar el dolor a través de las expresiones faciales del gato.
Se estudiaron los cambios en la expresión facial de los gatitos antes y después de administrarles analgésicos, a fin de analizar los cambios. La escala consta de 5 unidades de acción (posición de las orejas, apriete orbital, tensión del hocico, posición de los bigotes y posición de la cabeza) que se evalúan con un puntaje que va de 0 a 2. Los valores más altos indican mayor dolor:
Posición de las orejas
· Sin dolor: orejas "mirando" hacia adelante.
· Dolor moderado: orejas ligeramente separadas.
· Dolor intenso: orejas rotadas hacia afuera.
Apertura orbital
· Sin dolor: ojos abiertos.
· Dolor moderado: ojos parcialmente cerrados, entrecerrados.
· Dolor intenso: ojos casi cerrados.
Tensión del hocico
· Sin dolor: cachetes relajados, forma redondeada.
· Dolor moderado: cachetes algo tensos.
· Dolor intenso: cachetes tensos, forma ovalada.
Posición de los bigotes
· Sin dolor: bigotes relajados, curvos hacia abajo.
· Dolor moderado: bigotes ligeramente curvos o rectos, más juntitos.
· Dolor intenso: bigotes rectos y hacia adelante, más apartados del rostro.
Posición de la cabeza
· Sin dolor: cabeza por encima de la línea del lomo.
· Dolor moderado: cabeza alineada con la línea del lomo.
· Dolor intenso: cabeza por debajo de la línea del lomo o inclinada hacia abajo (mentón hacia el pecho).
Cambios antes y después de administrar analgésicos
(a) Acá vemos un gatito de 12 años antes de su extracción dental. Podemos notar que las orejitas están derechas, los ojitos bien abiertos y los bigotes relajados.
(b) Se pueden notar signos de dolor luego de dos horas de la extracción dental completa. Las puntas de las orejas están más distanciadas, los ojitos están casi cerrados y el hocico se encuentra tenso.
(c) Se le administra un analgésico de rescate (hidromorfona) y a los 30 minutos las orejas vuelven a la posición normal, derechas y con menor distancia entre las puntas. Los ojitos vuelven a estar bien abiertos, y los bigotes y el hocico están relajados.
(a) En este caso, el gatito está escondido en el fondo del canil en posición encorvada, la cabecita está por debajo de la línea del lomo. La carita también muestra expresiones de dolor.
(b) Después de la medicación, el gatito vuelve al frente del canil en decúbito esternal (es decir, descansando sobre su tórax y vientre, con las patas recogidas en los laterales de su cuerpo). Tanto su postura como su expresión facial vuelven a la normalidad.
Otras señales a tener en cuenta
Nosotros conocemos la forma en la que se suele comportar nuestro gatito, y si notamos algunas variaciones, debemos prestar atención porque también podría tratarse de una señal de dolor o malestar:
Se acicala menos o no se acicala. Su pelaje se ve más opaco, erizado y áspero.
No tiene hambre. Es peligroso que los gatos no coman durante más de un día, ya que esto puede causarles enfermedades hepáticas muy graves como la lipidosis hepática felina.
Se esconde.
Maúlla con más frecuencia.
Reduce su actividad física normal. Evita moverse y deambula menos, tiene dificultad o duda antes de saltar, ya no se sube donde antes solía hacerlo, duerme más que antes y/o juega menos.
Hace pis o caquita fuera de su bandeja sanitaria.
Se lame en una zona en particular.
Gruñe, muerde, huye o te ataca al querer tocarlo.
Está más afectuoso de lo normal.
Se toca la boquita con la patita.
Babea. La salivación excesiva (sialorrea o ptialismo) también puede deberse a problemas en la boca que le causan dolor.
Se le ve el “tercer párpado”. Los gatos tienen una membrana blanca en los ojos llamada membrana nictitante. Esta membrana no se ve, a menos que exista algún problema de salud.
Mantiene un ojo cerrado (dolor oftalmológico).
Este gatito presenta una expresión facial de dolor y se le puede ver la membrana nictitante en los ojitos:
Conociendo estas señales vas a poder detectar cualquier cambio en tu michu y consultar con un veterinario sin perder el tiempo, para que no tenga que sufrir dolor innecesariamente y se pueda investigar la causa de tal dolor. Nunca mediques a tu gato sin consultar con el especialista.
Video sobre el desarrollo y validación de la Feline Grimace Scale
Si este post te pareció útil, compartilo con algún amigo Catlover... y no te olvides de seguir a AllCats en Instagram, donde vas a poder encontrar tips interesantes, difusión de casos, sorteos a beneficio y gatitos en adopción.
Comments